Cuando ya te había olvidado
(qué ingenua)
gogleo "animales salvajes"
y al teclear "an"
aparece tu nombre predeterminado,
predeterminante, cíclico
tu nombre
Ana
siempre tu nombre,
recordándome que un día te busqué
sin que tu lo supieras.
Aún sin yo saberlo.
3 comentarios:
me uno a tu causa, las chicas con nombres capicúas, aún más las Anas, se cuelan sin permiso en nuestros sueños, y eso que no lo hacen con segundas intenciones.
eso es lo malo maría que no lo hacen con segundas intenciones...
hay que hacer un blog que se titule "el por qué de los nombres capicúas" o algo parecido...ve pensando María.
Me gusta este poema Verónica, me recuerda que yo también busqué y tuve la mala suerte de encontrar (en una ocasión).
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