Desdecirse, quitarse la palabra.
Saber la condición para que todo cambie.
No tomarse ni en serio ni en broma.
Salir de esta cama, de esta habitación,
salir de esta casa.
Correr hacia el día, no comprar.
No caber en los columpios y caer,
reír.
Abrir el ahora envuelto en papel rojo
con letras doradas.
Que explote
y una serpentina te roce el corazón
y en un descuido
me la regales.
4 comentarios:
no solo tienes sensibilidad, sabes trasmitirla que es lo dificil, me encantó y sorprendió gratamente tu poesia, tiene muchisima fuerza. Un beso dulce
Gracias por el sábado :) un beso
por fin!!
la adicción poética no se cura!!
Me ha gustado este poema, como todos los que te oi recitar en La Espiga (el día del multitudinario partido).
Espero seguir leyéndote, un saludo desde El Tintero.
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