La presentación tendrá lugar el próximo SÁBADO 16 DE OCTUBRE, a las 19.30 HH., en la CASA DE SEFARAD (c/Judíos esq. Averroes). Tras las palabras de bienvenida de Sebastián de la Obra, director de la Casa, la periodista Marta Jiménez dará la palabra a los/as poetas seleccionados/as y presentes.
Posteriormente, festejaremos este libro y estos seis años con una fiesta polaca desde las 22.00 HH. en el BAR LA MORADA (c/San Fernando, 26): lectura abierta de poemas y relatos (hasta cinco minutos por persona; puedes inscribirte en el acto, o avisar antes con un mail a info@labellavarsovia.com), música a cargo de Antonio R. López y Up to the Blazz, inolvidable revueltodo y alegría en concreto y en general.
¡Te esperamos!
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"SAIS", DIECINUEVE POETAS DESDE LA BELLA VARSOVIA.
«Cada libro realizado con cariño y seriedad suma a su tiempo; cada antología ofrece una visión parcial de la realidad que nos ayuda a construir el mapa. Este libro, por tanto, suma dos veces, y se une a la vasta operación aritmética que La Bella Varsovia va desplegando a lo largo de los años» (Vicente Luis Mora)
Se trataba de poesía: de poemas escritos por autores jóvenes, inéditos o con apenas un par de títulos en su bibliografía. Se trataba de no temer; de publicar poesía, de crear altavoces para que esos poemas se escucharan más, y más fuerte. Así surgió en otoño de 2004 La Bella Varsovia, un proyecto con varias ramas que crecen y nos colman de frutos, desde la editorial -con libros como "Sais"- a la entregada a la agitación cultural, con las fiestas polacas conquistando los bares y las noches de los fines de semana para la literatura.
Se trataba de armarse con lupas y oídos abiertos, y descubrir qué se cocía, y servirlo y saborearlo. "Sais" celebra seis años de La Bella Varsovia reuniendo a diecinueve poetas cordobeses, habituales de nuestras actividades y publicaciones, que han querido soplar las velas con nosotros. ¿Se animan a pedir un deseo?
"Sais" incluye poemas de RAFAEL ANTÚNEZ ARCE, MARIBEL BAENA, RAFAEL CALMAESTRA, ANA CASTRO, EDUARDO CHIVITE, JESÚS FERNÁNDEZ, IGNACIO GAGO, MARÍA GONZÁLEZ, MARÍA LAPACHET, ANTONIO R. LÓPEZ, ANTONIO MARTÍNEZ CEREZO, MARTA MERINO, VERÓNICA MORENO, LEYLA OUF, JUANMA PRIETO, LUCI ROMERO, MARÍA SÁNCHEZ, FRANCISCO J. SERRANO DE LA VEGA y SARA TORO.
Prólogo de VICENTE LUIS MORA.
Ilustración de portada de MARÍA ORTEGA ESTEPA.
A la venta en octubre de 2010.
136 páginas.
10 euros.
Diario Córdoba / Cuadernos del Sur
Sábado, 18 de diciembre del 2010
EL MALDITISMO Y LA MAGIA
'Sais. Diecinueve poetas desde La Bella Varsovia', una muestra de la joven lírica cordobesa
Por JUANA CASTRO
El primer distintivo en la poesía de los más jóvenes cordobeses es una saludable diversidad, como afirma Vicente Luis Mora en el prólogo. Con el peligro de simplificación, podrían darse unas cuantas notas: Temáticas múltiples, pero abundando en lo amoroso, lo urbano y lo existencial. Casi todos los poemas transmiten una atmósfera que va de la tristeza al desánimo, la desesperanza o la ferocidad del mal. A pesar de la variedad de registros, hay un sentido rítmico, variando desde un cierto clasicismo hasta la fragmentariedad. Abundancia del verso corto, de arte menor, y escasa presencia del alejandrino o el versículo. A menudo los poemas son también poemas visuales, por la disposición en la página, el uso de mayúsculas, espacios, etc. En cuanto a la sintaxis, desaparecen las oraciones subordinadas y las largas secuencias en favor de las oraciones simples, entrecortadas, que aspiran a tener presencia y significación por sí mismas dentro del poema, rondando el aforismo. Los enlaces son aquí el silencio y el espacio. No se prescinde de la puntuación, pero tampoco lo es completa, de modo que en muchos casos el poema no se resentiría si se eliminara la puntuación, a veces superflua.
Lo que más les interesa a los jóvenes es el mundo, en general, y las relaciones interpersonales, oscilando entre lo figurativo-experiencial, como la poesía del también cantautor Antonio R. López, y lo visionario-surrealista cruzado por notas de realismo. Deseo de detener la magia del instante, ese podría ser el correlato o la consigna que desprenden los versos, el regusto que queda en el lector después de haber leído las diferentes voces y propuestas.
Por una vez, y como una isla entre las diferentes antologías que se publican, 'Sais', de entre un total de diecinueve nombres, puede decirse que se compone de mitad chicas y mitad chicos, reflejo real del mundo y de la actualidad poética. No hay más que echar una ojeada a los blogs para constatar esa realidad, la de que nombres femeninos y masculinos se dan a la escritura con la misma fruición y parecidos resultados en cuanto a calidad.
La Bella Varsovia cumple en este 2010 su sexto año de actividad desde su fundación en 2004, y desde entonces no ha cesado de agitar la vida literaria publicando libros individuales y colectivos, creando y manteniendo el premio Pablo García Baena, organizando ciclos, fiestas y encuentros, y estando presente en otros eventos, como iniciadora o como colaboradora, siempre con las cabezas visibles de Elena Medel y Alejandra Vanessa.
Insistieron las coordinadoras el día de su presentación en el pasado septiembre que este libro no pretende ser una antología, porque no abarca un margen de edad ni se trata de una generación, es sencillamente una muestra en la que se recogen poemas, casi todos inéditos, de un amplio grupo de poetas cordobeses o afincados en Córdoba, vinculados por su actividad, publicaciones o colaboración con el proyecto La Bella Varsovia. Aunque, finalmente, no deje de ser una antología o un florilegio, que es como se llamaba antes a este tipo de publicaciones.
Poetas jóvenes que van desde los más de 35 años de Jesús Fernández, Leyla Ouf, Marta Merino, Rafael Antúnez, Eduardo Chivite, Francisco J. Serrano de la Vega, Rafael Calmaestra, María Lapachet o Antonio R. López, hasta la treintena de Antonio Martínez Cerezo, Verónica Moreno, Luci Romero, y los que andan por la década de la veintena: Juanma Prieto, Maribel Baena, Ignacio Gago, junto con los más jóvenes que resultan ser Sara Toro, María González, María Sánchez y Ana Castro, la benjamina, con tan sólo 20 años.
El ejemplo de fragmentación puede verse en los poemas de Marta Merino (nacida en Oviedo), María Sánchez o Juanma Prieto. El verso más reposado y trabado en Rafael Antúnez, la frescura atrevida y la emoción en Maribel Baena y Rafael Calmaestra, los poemas en prosa en Eduardo Chivite; la narratividad erótica en María Lapachet, la apuesta social y el coraje en Jesús Fernández junto a su "Poema de ánimo", única nota suelta, por actitud positiva, de entre todos los poemas del libro.
Habrá que seguir con atención la trayectoria de Juanma Prieto, desde el clima urbano occidental hasta otras geografías; de Ignacio Gago, cuyos poemas van desarrollándose hasta culminar en finales logrados; de Antonio Martínez Cerezo, en su ritmo fragmentario musical. Son esperanzadoras las voces de María González, en formas que evocan la poética andalusí tanto como la de Safo; las propuestas de María Sánchez, aplicando sus conocimientos fisiológicos al poema, como hizo en otro tiempo, pero con la Química, María Cegarra; Leyla Ouf, por su libertad de aluvión impresionista; y la poeta Ana Castro por su convergencia-divergencia como disparos de irracionalismo y narratividad. Dos poemas sobre poetas mayores, "Encuentro con el famoso poeta" de Jesús Fernández y "El último poema del tramoyista" de Francisco J. Serrano de la Vega ejemplifican la crítica del 'establishment' socio-literario.
Personalmente apostaría por Verónica Moreno, cuyo "Jabón de sosa" va de lo rural a lo universal, ramificándose en múltiples significaciones y el "Ropa tendida" de Luci Romero, que aúna también lo cotidiano a lo global, en una poesía que enriquece su yuxtaposición con el arte, de lo figurativo a la abstracción. Curiosamente, son los poetas que no estudian Filología quienes encuentran otros vasos comunicantes más enriquecedores y novedosos en una naciente experimentación que quiere ir al malditismo en la temática y a la fragmentación y las elipsis en la sintaxis.
Sigamos leyendo y esperándolos. En los versos de Ignacio Gago: «El hombre es escritura,/ pero también la tinta superpuesta».
Sábado, 18 de diciembre del 2010
EL MALDITISMO Y LA MAGIA
'Sais. Diecinueve poetas desde La Bella Varsovia', una muestra de la joven lírica cordobesa
Por JUANA CASTRO
El primer distintivo en la poesía de los más jóvenes cordobeses es una saludable diversidad, como afirma Vicente Luis Mora en el prólogo. Con el peligro de simplificación, podrían darse unas cuantas notas: Temáticas múltiples, pero abundando en lo amoroso, lo urbano y lo existencial. Casi todos los poemas transmiten una atmósfera que va de la tristeza al desánimo, la desesperanza o la ferocidad del mal. A pesar de la variedad de registros, hay un sentido rítmico, variando desde un cierto clasicismo hasta la fragmentariedad. Abundancia del verso corto, de arte menor, y escasa presencia del alejandrino o el versículo. A menudo los poemas son también poemas visuales, por la disposición en la página, el uso de mayúsculas, espacios, etc. En cuanto a la sintaxis, desaparecen las oraciones subordinadas y las largas secuencias en favor de las oraciones simples, entrecortadas, que aspiran a tener presencia y significación por sí mismas dentro del poema, rondando el aforismo. Los enlaces son aquí el silencio y el espacio. No se prescinde de la puntuación, pero tampoco lo es completa, de modo que en muchos casos el poema no se resentiría si se eliminara la puntuación, a veces superflua.
Lo que más les interesa a los jóvenes es el mundo, en general, y las relaciones interpersonales, oscilando entre lo figurativo-experiencial, como la poesía del también cantautor Antonio R. López, y lo visionario-surrealista cruzado por notas de realismo. Deseo de detener la magia del instante, ese podría ser el correlato o la consigna que desprenden los versos, el regusto que queda en el lector después de haber leído las diferentes voces y propuestas.
Por una vez, y como una isla entre las diferentes antologías que se publican, 'Sais', de entre un total de diecinueve nombres, puede decirse que se compone de mitad chicas y mitad chicos, reflejo real del mundo y de la actualidad poética. No hay más que echar una ojeada a los blogs para constatar esa realidad, la de que nombres femeninos y masculinos se dan a la escritura con la misma fruición y parecidos resultados en cuanto a calidad.
La Bella Varsovia cumple en este 2010 su sexto año de actividad desde su fundación en 2004, y desde entonces no ha cesado de agitar la vida literaria publicando libros individuales y colectivos, creando y manteniendo el premio Pablo García Baena, organizando ciclos, fiestas y encuentros, y estando presente en otros eventos, como iniciadora o como colaboradora, siempre con las cabezas visibles de Elena Medel y Alejandra Vanessa.
Insistieron las coordinadoras el día de su presentación en el pasado septiembre que este libro no pretende ser una antología, porque no abarca un margen de edad ni se trata de una generación, es sencillamente una muestra en la que se recogen poemas, casi todos inéditos, de un amplio grupo de poetas cordobeses o afincados en Córdoba, vinculados por su actividad, publicaciones o colaboración con el proyecto La Bella Varsovia. Aunque, finalmente, no deje de ser una antología o un florilegio, que es como se llamaba antes a este tipo de publicaciones.
Poetas jóvenes que van desde los más de 35 años de Jesús Fernández, Leyla Ouf, Marta Merino, Rafael Antúnez, Eduardo Chivite, Francisco J. Serrano de la Vega, Rafael Calmaestra, María Lapachet o Antonio R. López, hasta la treintena de Antonio Martínez Cerezo, Verónica Moreno, Luci Romero, y los que andan por la década de la veintena: Juanma Prieto, Maribel Baena, Ignacio Gago, junto con los más jóvenes que resultan ser Sara Toro, María González, María Sánchez y Ana Castro, la benjamina, con tan sólo 20 años.
El ejemplo de fragmentación puede verse en los poemas de Marta Merino (nacida en Oviedo), María Sánchez o Juanma Prieto. El verso más reposado y trabado en Rafael Antúnez, la frescura atrevida y la emoción en Maribel Baena y Rafael Calmaestra, los poemas en prosa en Eduardo Chivite; la narratividad erótica en María Lapachet, la apuesta social y el coraje en Jesús Fernández junto a su "Poema de ánimo", única nota suelta, por actitud positiva, de entre todos los poemas del libro.
Habrá que seguir con atención la trayectoria de Juanma Prieto, desde el clima urbano occidental hasta otras geografías; de Ignacio Gago, cuyos poemas van desarrollándose hasta culminar en finales logrados; de Antonio Martínez Cerezo, en su ritmo fragmentario musical. Son esperanzadoras las voces de María González, en formas que evocan la poética andalusí tanto como la de Safo; las propuestas de María Sánchez, aplicando sus conocimientos fisiológicos al poema, como hizo en otro tiempo, pero con la Química, María Cegarra; Leyla Ouf, por su libertad de aluvión impresionista; y la poeta Ana Castro por su convergencia-divergencia como disparos de irracionalismo y narratividad. Dos poemas sobre poetas mayores, "Encuentro con el famoso poeta" de Jesús Fernández y "El último poema del tramoyista" de Francisco J. Serrano de la Vega ejemplifican la crítica del 'establishment' socio-literario.
Personalmente apostaría por Verónica Moreno, cuyo "Jabón de sosa" va de lo rural a lo universal, ramificándose en múltiples significaciones y el "Ropa tendida" de Luci Romero, que aúna también lo cotidiano a lo global, en una poesía que enriquece su yuxtaposición con el arte, de lo figurativo a la abstracción. Curiosamente, son los poetas que no estudian Filología quienes encuentran otros vasos comunicantes más enriquecedores y novedosos en una naciente experimentación que quiere ir al malditismo en la temática y a la fragmentación y las elipsis en la sintaxis.
Sigamos leyendo y esperándolos. En los versos de Ignacio Gago: «El hombre es escritura,/ pero también la tinta superpuesta».